Cuando vives "Días extraños” siempre hay "Cosas que no hay que contar”, porque "Cuando te canses de mí” ahogaré mis pensamientos en un "Dry Martini”. Esta es la filosofía del español Nacho Vegas. Cada una de las letras del cantautor derivan en un momento de reflexión, algo que incluso sus mismos seguidores en México olvidaron la noche del viernes para exigir a gritos más de su música, como si se tratase de cualquier rockstar. "Vaya, que no dejan de gritar y no puedo hablar”, dijo en algún momento el originario de Gijón en sobrias palabras, tanto como su atuendo oscuro, ante sus ruidosos fans que no paraban de corear su nombre y exigirle: "No te chivies, mejor ponte a cantar”, decía alguno cuyo efecto del alcohol ya hacía mella en su rostro. Sin embargo, el oficio de poeta de Ignacio emanó paciencia y fue complaciente durante su concierto en el Teatro Metropólitan de la ciudad de México, donde incluso cantó fuera de programa Miss Carrusel, que marcó las dos horas de su presentación y el cerrojazo al recital. "Cuando te canses de mi” abrió las moralejas con "Cosas que no hay que contar”, "Días extraños”, "Reloj sin manecillas”, "Dry Martini”, "Hablando de Marlen”. Después de dar la bienvenida y agradecer "el fuego purificador” que lucía al pie del micrófono, el artista dedicó "Perplejidad” a Oscar, un seguidor en silla de ruedas "a quien le es más difícil venir a un concierto que al resto de nosotros, y que está bien que haya venido esta noche”, acotó entre aplausos. Con la lengua más suelta y su público más perceptivo, Nacho prologó "Canción de palacio”. "Esta canción es un himno socialista y libertario que cantaban en Asturias durante la Revolución”, recordó. La euforia se apoderó del recinto de la calle Independencia cuando los acordes de "Va a empezar a llover”, "Me he perdido”, "La gran broma final” y "Taberneros” retumbaron en sus muros, precediendo la presentación de sus músicos y equipo técnico que le acompañan en la gira "La zona sucia”. En ese momento el músico desapareció detrás del escenario, pero el "¡Olé, Olé, Olé, Oleeeeé. Nachoooo, Nachoooo!” de sus fieles lo retornó para interpretar una adaptación de "Simple Twist of fate”, a modo de homenaje a Bob Dylan, en palabras del mismo cantante, quien solicitó a sus fervientes seguidores brindar con él. "No queda más que tomarnos unos tequilas”. Todo parecía terminar con "Michi Panero” y "Mercado de Sonora”, pero Vegas y su público querían más, y juntos, en un gran coro, terminaron su cita con "Miss Carrusel”.
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