Todo inició en el mes de abril cuando Saúl Hernández, Alejandro Marcovich, Diego Herrera, Alfonso André y Sabo Romo se reencontraron para revivir sus éxitos, los cuales han llevado por toda la República Mexicana en una gira que por sexta ocasión reúne a los Caifanes con su público en el Palacio de los Deportes.
El público se encontraba impaciente por ver en acción a uno de los grupos de rock en español más influyentes en México, quienes compensaron la espera de media hora a su público con los primeros acordes de "Aviéntame", lo cual fue el inicio de una euforia que duraría toda la noche.
Durante casi tres horas Caifanes deleitó a su "raza" con canciones como "Para que no digas que no pienso en ti", "Miedo", "Te estoy mirando", "La vida no es eterna", "La bestia humana", "Sombras en tiempos perdidos", "Comunicador", "De noche todos los gatos son pardos", "Miércoles de ceniza", "Cuéntame tu vida" y "Antes de que nos olviden", por mencionar algunas.
La emoción de tocar frente a más de 14 mil personas era evidente en Saúl Hernández, vocalista de la banda, quien definió la velada como un "sueño que estamos viviendo juntos", agradeciendo al público su presencia en el recito y declarando que "los aplausos son para ustedes, para la raza. Nosotros sólo somos un pretexto".
De igual forma, Hernández mencionó "debemos cambiar nuestro país, es nuestro momento, no hay otro", al igual que deseó que no le pasara nada a la infancia, pues ellos "son el futuro de México y deben abrir puertas", antes de interpretar el tema "Ayer me dijo un ave".
La noche siguió con canciones como "Hasta morir", "Estás dormida", "Debajo de tu piel", "El elefante", "Perdí mi ojo de venado", "Dioses ocultos", "Detrás de ti", "Mátenme porque me muero" y "Nos vamos juntos"; éxitos que, al igual que los anteriores, hacían vibrar cada fibra de los reunidos en el Domo de Cobre para rendir tributo a uno de sus grupos favoritos.
Caifanes se despidió de sus fanáticos agradeciendo su presencia y ante la insistencia de sus admiradores y porque "quitarse el aplauso" era difícil, decidieron regresar para compartir con su público los éxitos "Viento", "Vamos a dar una vuelta al cielo", "La célula que explota", "Afuera" y "No dejes qué".
""La negra Tomasa" fue la canción elegida por el grupo para cerrar tan mágica noche, donde el sentimiento y la nostalgia se unieron para escuchar a uno de los grupos pioneros en la escena de rock nacional, donde la armonía entre Marcovich y Hernández es un misterio, lo cual es superado por la realidad que es tocar frente a admiradores que quizá nunca les habían escuchado en directo.