En el concierto de la banda mexicana y el rockero español, faltó la mancuerna que todos esperaban
SAN FRANCISCO.— A veces uno asiste a un concierto con la curiosidad de ver cantar a una banda y resulta que quien deslumbra es el otro artista. Eso fue lo que ocurrió el pasado 16 de noviembre en un concierto compartido: la banda mexicana Zoé convenció, pero el español Enrique Bunbury cautivó. Zoé abrió el concierto realizado en el auditorio del Nob Hill Masonic Center, y si bien el grupo provocó algunos momentos de euforia entre la concurrencia al cantar algunos de sus temas más populares como Labios rotos, la realidad es que quien volvió locos a los asistentes fue Bunbury. Desde el momento mismo en que el ex integrante de Héroes del Silencio apareció en el escenario no dejó que nadie se sentara y provocó que los encargados de la seguridad estuvieran bastante ocupados intentando contener a los fanáticos de hueso colorado que intentaban subirse al escenario para tocar a su ídolo. Algunos lo lograron. Durante el show de Zoé, los mexicanos hicieron uso de luces multicolores que acentuaron la sensación electrónica de su música. Si bien la producción más reciente de la banda es su álbum Zoé / música de fondo MTV Unplugged, no hubo nada que sonara a desenchufado. Debido a la larga cola que se formó en el Nob Hill Masonic Center para recoger los boletos en la taquilla, algunos nos perdimos el principio del concierto de Zoé. Al entrar en el auditorio la primera impresión fue la de un lugar en el que faltaba ambiente. Quizá hacer un concierto de rock en un lugar con asientos no es la mejor idea. ¿Quién quiere sentarse? Las sillas están bien para un concierto de Kenny G. Pero al llegar Bunbury demostró que no importaba si había asientos, porque prácticamente nadie los usó. El español mezcló temas clásicos con otros más nuevos e incluso cantó la canción Ódiame, incluida en su próxima producción, Licenciado Cantinas, que saldrá a la venta el 13 de diciembre. El show del español no contó con grandes despliegues de efectos especiales o luces de colores. La majestuosa presencia escénica de Bunbury; su voz, entre rasposa y melancólica, acompañada de excelentes guitarristas, fueron suficientes para convencer al más exigente de los espectadores. Lo que faltó Poner a dos artistas en el mismo concierto da pie a pensar que interpretarán alguna canción en conjunto, y más si la canción ya existe. En el más reciente álbum Unplugged de Zoé viene incluida la canción Nada, que la banda canta con Bunbury. Había más de uno que esperaba que cantaran ese tema o algún otro en conjunto. Pues nada, se terminó el concierto y todos nos quedamos esperando. No te pierdas nuestra galería de fotos en: ElMensajero.com Cómprese la camiseta Llamó la atención la gran cantidad de camisetas "piratas" de Bunbury y Zoé que vendían afuera del concierto. Incluso había algunas alusivas al nuevo álbum de Bunbury que todavía no sale a la venta.
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