CABARET DEL EXCESO|El Rincón Del Rock

Christina Rosenvinge
´La metamorfosis es la única manera de mantener la ilusión´

Protagonista anoche de una de las ´Llunes´ de Es Baluard, la madrileña vuelve a escena con ´Tu labio superior´, su nuevo trabajo

CARLES MULET. PALMA. Christina Rosenvinge (Madrid, 1964) defiende la metamorfosis como "la única manera de mantener la ilusión", como una consecuencia directa de "toda evolución". Desde que fuera Ella y los Neumáticos, en los 80, la ha practicado en seis ocasiones, en lo musical, para terminar regresando a la señorita que canta en castellano. Su sexto trabajo discográfico, Tu labio superior, sabe a miel y a desengaño, a partes iguales, escrito durante el incierto periodo que transcurre entre "una separación" emocional y la reconquista de "la independencia". El disco, promete, "no tiene la ingenuidad de los primeros".

"Hay un tú masculino en todas las canciones, pero no me di cuenta hasta el final de la grabación". Rosenvinge admite la omnipresencia de ellos al otro lado de sus letras, un ramillete de poesía musicada donde la rubia pasa de estar enamorada a afligida, de ser adicta a alguien a querer olvidarlo. Con todo, cuando el dolor apretaba más decidió "escribir canciones no demasiado negras, teñir la experiencia de humor y de ironía; una forma de superviviencia".

Madrileña de ascendencia danesa, Christina Rosenvinge nació en España por culpa de Federico García Lorca. "Es una forma de resumirlo", acepta, mientras explica la pasión por el Romancero gitano de su familia, acicate del traslado. "La poesía siempre me ha interesado mucho", hereda de sus hermanas mayores, aún pendiente el libro de versos que siempre ha querido escribir. Doble y lorquiana coincidencia, ella también viajó a Nueva York, ya musicados los 90 patrios; primero junto a Álex de la Nuez, después con Los Subterráneos.

"Caí en las fascinación de Nueva York, como todo el mundo", recuerda, una ciudad en la que hizo cura de "humildad". "Había mucha gente haciendo lo mismo que yo, y haciéndolo mejor", reconoce de una Gran Manzana que también la robusteció en "audacia" y le permitió "la reafirmación sobre mí misma". Cerrada su trilogía americana –Frozen Pool; Foreign Land; Continental 62– regresó a España convertida en artista de glamour underground. Y para "reencontrarme con el castellano", una lengua "que me permite llegar más lejos y expresar más ideas a la hora de contar una historia".

Tras el Verano Fatal (2007) compuesto y vivido con Nacho Vegas, se arrancó con Tu labio superior, un disco que la ha vuelto a situar en la escena y a confirmar que Rosenvinge va por libre: "Nunca he formado parte de una generación, nunca he estado de moda. Que la gente conecte conmigo o no depende de cada momento". "Lo importante es seguir haciendo canciones", despide simpática.


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