La de Andrés Calamaro con el rock ha sido una “relación caníbal”. Al principio de su carrera, como novela de Goethe, la música le exigió la vida a cambio de los placeres del rock. Ahora, como en cuento de hadas, se la ha devuelto. Él lo explica en una simple línea: “El rock me dio mucho, y yo también le di mi vida; por suerte me la devolvió…” Este “Salmón” renacido es el que vino a tocar por primera vez a México en octubre pasado, y el que regresará para cerrar la gira y así el ciclo de deudas con nuestro país en la edición 10 del Festival Vive Latino, el próximo 16 de mayo. Por si fuera poco, prepara ya un acústico con una importante cadena de videos musicales. Esto último parece ser el punto que cierre el círculo de su nueva vida, en la que recientemente apareció una antología de su obra titulada Obras incompletas, un total de seis discos y dos DVD que incluyen, además de 54 canciones inéditas, una selección de lo mejor de su carrera desde “Alta suciedad” hasta hoy. Es el propio Calamaro quien ofrece detalles, en entrevista vía correo electrónico con EL UNIVERSAL, de este material inédito, de su experiencia en México aquella noche del 13 de octubre y de su próxima visita al Distrito Federal. “La selección de Obras incompletas es mía propia, con la colaboración de Rafael Arcaute, Guido Nisenson y David Bonilla. No fue fácil elegir canciones grabadas en un periodo de 10 años y poco; además dos de mis discos (Honestidad brutal y El Salmón) suman 140 canciones, y tengo un archivo tan extenso que fue imposible escucharlo entero ¡es que ni lo intentamos!”, refiere. — En su primera rueda de prensa aquí, comentó que le escribió un mail a Adrián (de Babasónicos) para preguntarle cómo era pisar el escenario del Auditorio Nacional, ¿qué contestaría ahora Calamaro si su colega le hiciera esa misma pregunta? —Le diría que el coloso es majestuoso, es un escenario para disfrutar, y el público del DF es serio, hay que conquistarlo placentero, que siempre vas a querer volver a semejante pedazo de teatro. —¿El Vive Latino era otra deuda que el rock tenía con usted? —El rock me dio mucho, y yo también le di mi vida… Ahora sé que me faltaba cantar en México, pero no esperaba volver tan pronto, y hacerlo para cerrar una jornada en un festival de la envergadura del Vive Latino, espero que mis canciones estén a la altura de semejante lugar de privilegio. —¿Será similar al del Auditorio? —Sí, va a ser similar. ¡Espero que sí!… cada temporada modificamos ligeramente el repertorio, y sobre la marcha evaluamos los cambios, pero de momento seguimos siendo lo mismo y vamos a seguir en esta línea de sonido eléctrico y vocal.
|