CABARET DEL EXCESO|El Rincón Del Rock

Entre los mil 500 fans que esperaban la llegada del aragonés, sobresalía el amarillo de los vasos de cerveza.


El humo invadió el ambiente, pero en lugar de generar penumbra, lo llenó de ansiedad al verse las manecillas del reloj a las 20:35 horas para iniciar el recorrido hacia la exuberancia y pasión del ex vocalista de Héroes del Silencio.


Y por fin, luego de unos minutos de gritos, la luz se apagó y Bunbury apareció en la escena ataviado con un traje de terciopelo negro, botas rojas, lentes oscuros, sombrero vaquero y su guitarra.


Dos pantallas y un juego de luces de colores iluminaron entre rojos y amarillos al astro del rock, quien se paró con las piernas abiertas y una actitud retadora hacia el público mexicano, que respondió con alaridos incontrolables, saltos y un coro que se unió en una sola voz: “¡Enrique, Enrique!”.


El repertorio de 20 canciones dio inicio con El hombre delgado, carta de presentación del último recital de su gira, en la que se presentó tanto en el Foro Sol del DF, como en San Luis Potosí, Querétaro y Aguascalientes, entre otros.


Porque las cosas cambian hizo del Auditorio Plaza Condesa un coro para Bunbury.


“¡Buenas noches! ¿Cómo estamos chilangas y chilangos? Muchas gracias por hacer este show. Vamos a tener un concierto totalmente diferente a lo que hemos venido haciendo desde hace dos meses por Estados Unidos y México, donde hemos visitado Aguascaliente y San Luis Potosí.


“Es un show de despedida, se acabó la gira y fue magnífica en México. Los deseos van para todos. ¡Cuidado! Esto les va a doler, cuidado con sus mujeres, ¡cuídenlas!”, saludó Bunbury como antesala para Bujías para el dolor.


El cantautor tocó su guitarra como si la desgarrara emitiendo sonidos tristes, que se contuvieron con Si no fuera por ti y Poca gente, durante la cual entre la multitud pareció desmayarse una chica.


Siguió El porque de tus silencios, nuevo sencillo de su más reciente disco, Hellville de Luxe, para después interpretar 200 huesos, Irremediablemente y Todos lo haremos mejor, canción que calificó como político social ecológica, adelantada a su tiempo.


“Siempre que vengo a México me dicen: señor Bunbury no se olvide venir bien armado. Definitivamente estas son armas poderosas”, señaló al sacar un caballito que se tomó de un sorbo tras la petición de “fondo, fondo”, para llenarlo en constantes ocasiones durante el concierto de dos horas.


Entre tres cambios de vestuario cantó también Canción cruel, Aquí, El anzuelo, Puta desagradecida, El rescate, Apuesta por el rock and roll, El tiempo de las cerezas, No me llames cariño, El jinete y Canto, dejando satisfecha la sed musical de sus seguidores, que como él, salieron bajo un leve efecto de alcohol.


Es un show de despedida, se acabó la gira y fue magnífica en México.”

 

Acompañado de cinco músicos, dos pantallas gigantes y luces de colores, el músico salió al escenario de un nuevo espacio en la colonia Condesa, con gafas y sombrero negro, para iniciar con los temas "El hombre delgado" y "¿Por qué las cosas cambian?".


"Buenas noches hermanas, hermanos, chilangas y chilangos será un concierto totalmente diferente de lo que hemos estado haciendo estos últimos dos meses de gira en Estados Unidos y México; se acabo la gira con esta presentación", indicó.


"Bujías para el dolor", "Si no fuera por ti" y "Poca gente" fueron las canciones que continuaron con la velada. "Queremos presentarles lo que va ser el próximo sencillo del álbum, es una canción muy especial y espero que les guste", para dar paso a "El porque de tu silencio".


"200 huesos", "Irremediablemente" y "Todo los haremos mejor" siguieron al recital que de principio a fin fue coreado por las mil 500 personas que albergó dicho recinto.


"Hay una caso que siempre me repiten cuando vengo a México `señor Bunbury no se olvide de venir de bien armado y efectivamente estoy armado`", acto seguido el cantante tomó un trago de tequila.


"Canción cruel" acompañado de su armónica fue el preámbulo para interpretar, "Aquí", canción con la que Bunbury agradeció al público y salió del escenario.


"Vamos a seguir con las canciones sociales y políticas, esta bien de vez en cuando tocar estos temas que tienen un poco de conciencia", dijo el español para interpretar "El anzuelo".


"El rescate", "Apuesta por el rock and roll" y "El tiempo de las cerezas" anunciaban el fin del recital. "Es un placer estar con todos ustedes, muchas gracias, hasta siempre", puntualizó Bunbury.


Sin embargo, el publico pidió el regreso del español al escenario, quien salió ahora con un chaleco negro y cantar "No me llames cariño", "El jinete" y "Canto". "Muchas gracias", expresó el cantante quien luego de presentar a sus músicos se despidió.